Según datos de la Comisión Europea la producción mundial de textiles se duplicó entre 2000 y 2015, y se espera un incremento hasta el 2030 de un 63%. Es decir, pasaremos en cifras de producción de los 62 millones actuales a 102 millones. En la UE se desechan alrededor de 5,8 millones de toneladas de productos textiles.
El aumento de la demanda de productos textiles (fast fashion) fomenta un uso ineficiente de recursos no renovables, incluida la producción de fibras textiles a partir de combustibles fósiles.
Esta situación es fruto de un modelo lineal caracterizado por bajos índices de uso, reutilización, reparación y reciclaje de tejidos.
El ecosistema textil de la UE está compuesto en su mayoría por pymes, pero debe reforzar su resiliencia, en lo que se refiere al suministro de energía y materias primas para conseguir que este sector sea sostenible en el futuro.
Tanto en el Plan de acción para la economía circular de 2020 como la actualización de 2021 del modelo industrial de la UE señalaban la producción textil como una cadena de valor clave que necesita urgentemente hacer una transición a modelos de negocio sostenibles y circulares.
La estrategia marcada por la Comisión Europea pretende que para 2030 todos los productos textiles comercializados en la UE deben ser duraderos, reciclables y fabricados en gran medida con fibras recicladas y libres de sustancias peligrosas. Adicionalmente se debe impulsar de forma decidida el reciclado innovador, reduciendo al mínimo la eliminación de residuos mediante incineración.
Medidas a tomar
1- Introducción de requisitos obligatorios de diseño ecológico. A modo de ejemplo:
- a. Las fibras de los tejidos suelen mezclarse (por ejemplo, poliéster con algodón), lo que dificulta su reciclaje.
- b. El elastano que se añade para aumentar la funcionalidad de los tejidos, puede actuar como contaminante con las actuales tecnologías de reciclaje según un estudio de la Comisión Europea de 2021 (“Estudio sobre la eficiencia técnica, reglamentaria, económica y medioambiental del reciclaje de fibras textiles”).
- c. Sistemas voluntarios desarrollados por la Comisión en relación a los criterios ecológicos para la concesión de la etiqueta ecológica de la UE a los productos textiles. El trabajo relativo a la huella ambiental de los productos de confección y calzado con representantes de la industria textil está en curso, y su conclusión está prevista para 2024.
- d. La Comisión apoyará a la industria para que sustituya en la medida de lo posible las sustancias peligrosas en los productos textiles.
2- Detener la destrucción de productos textiles no vendidos o devueltos. La Comisión propone en el marco del Reglamento sobre diseño ecológico para productos sostenibles una obligación de transparencia sobre los productos que desechan y su destino final.
3- Lucha contra la contaminación por microplásticos. Una de las principales fuentes de liberación de microplásticos son los textiles fabricados con fibras sintéticas durante el proceso de lavado. Se estima que cada año se liberan 40.000 toneladas de fibras sintéticas. En este sentido, la Comisión tiene prevista una iniciativa para combatir la liberación no intencionada de microplásticos en el medio ambiente, que se presentará en el segundo semestre de 2022.
4- Introducir requisitos de información y un pasaporte digital de productos textiles basado en requisitos obligatorios de información sobre circularidad y otros aspectos medio ambientales clave y procederá a revisar el Reglamento sobre el etiquetado de los productos textiles, estudiándose además la posibilidad de introducir una etiqueta digital.
5- Declaraciones ecológicas sobre productos verdaderamente sostenibles y en concreto la exactitud de las declaraciones ecológicas sobre el uso de polímeros plásticos reciclados en prendas de vestir cuando estos polímeros no proceden del reciclaje fibra a fibra, sino de botellas de PET, ya que estas botellas solo debieran ser aptas en un sistema de reciclaje de circuito cerrado.
La industria del futuro
Esta es la previsión de cara al futuro que plantea la Comisión europea.
1- Lanzamiento de vías de transición para acelerar a modelos industriales más ecológicos y digitales. En este sentido la Comisión tiene previsto la publicación de una ruta de transición para el ecosistema textil, que incluirá compromisos de circularidad, modelos de negocio circulares y acciones para reforzar la competitividad sostenible, la digitalización, la resiliencia.
2- Reversión de la producción y el consumo excesivo de ropa y lograr que la moda rápida deje de estar de moda.
3- Es importante impulsar empresas sociales activas en el sector de la reutilización. Por término medio, una empresa social crea entre 20 y 35 puestos de trabajo por cada 1.000 toneladas de productos textiles recogidos para su reutilización. Debiéndose articular por parte de los estados miembros medidas de estímulo fiscal. Adicionalmente la Comisión elaborará orientaciones sobre la promoción de negocios circulares a través de la inversión, la financiación y otros incentivos.
4- Apoyo a la investigación, la innovación y las inversiones. Que la transición ecológica y digital sea una historia de éxito va a depender de que el ecosistema textil sea capaz de reinventarse.
5- La Nueva Bauhaus Europea Nueva Bauhaus Europea: (europa.eu) y, como parte de este programa, la Comisión apoyará proyectos que aumenten la sostenibilidad de la moda. Adicionalmente el objetivo de la asociación europea Processes4Planet (About Processes4Planet | A.SPIRE (aspire2050.eu) promueve la circularidad y descarbonización de las industrias de transformación europea, incluida la industria textil, mediante el desarrollo y despliegue de la innovación necesaria a través de iniciativas como los hubs para la circularidad (H4C)
6- El ecosistema textil también pude beneficiarse de las oportunidades que ofrece el Fondo de Desarrollo Regional que apoya la transformación de regiones y proporciona financiación para la investigación, la digitalización, la competitividad de las pymes, el desarrollo de capacidades, la conectividad digital, el diseño circular de productos y los procesos de producción.
Conclusión
Avanzar hacia una mayor sostenibilidad del ecosistema textil requiere cambios muy profundos en la forma lineal en la que actualmente diseñan, producen, utilizan y desechan los productos textiles, así como las repercusiones en el cambio climático, el uso insostenible de los recursos y la contaminación medioambiental.