Según datos de la FEV (Federación Española del Vino) el vino contribuye a nuestra imagen como país y es un polo de atracción de visitantes y turistas. Tenemos un sector responsable y sostenible, con su entorno y con las personas que nos rodean. Es motor de desarrollo en muchos pueblos y ciudades pequeñas de nuestra geografía, vertebra del territorio y ofrece empleo de calidad; es símbolo de tradición.
Somos el viñedo del mundo
España cuenta con 941.086 hectáreas de viñedo en 2021 (aprox. el 13% del total mundial). Es decir, somos el mayor viñedo del mundo a nivel mundial. La producción media anual de vino y mosto es de entre 40 y 42 millones de hectolitros (35,5 millones en 2021), lo que significa que somos el tercer productor mundial. La facturación de las bodegas españolas asciende a 5.381 millones de euros al año (solo vino y mosto) y la actividad de la cadena de valor vitivinícola supone el 2,2% del Valor Añadido Bruto en España.
¿Cuál es el problema?
Un estudio realizado por la EAE Business School apunta que un 30% de las bodegas sigue sin vender vino online y un 26% no invierte en marketing online. Resulta paradójico estas cifras ya que el consumidor final, que es cada vez más joven y con fuertes habilidades digitales. En esencia, el bajo nivel de digitalización es un freno a la competitividad de las bodegas.
Otro reto importante es el enfoque correcto de la internacionalización de las bodegas españolas. Esencialmente, España es un país líder en exportación de vino, pero la mayor cantidad se produce a granel, con precios bajos y no en formato botella. Por otro lado, el cambio climático es una realidad a la que deberá enfrentarse el sector con medidas de producción sostenibles, y esto está muy ligado a los procesos de digitalización tanto en el campo como en la propia bodega.
¿Cuál son las soluciones?
Es evidente que, la mayoría de soluciones a todos estos problemas se articulan con iniciativas y ayudas del sector público. En este sentido, la nueva PAC 2023-2027 articula diferentes medidas de ayudas muy ligadas a mitigar el cambio climático de lo que llamamos Agricultura del Carbono que suponen un ingreso importante para el viticultor y palia una posible reducción de sus rendimientos por hectárea.
Por otro lado, ha sido aprobado el Real Decreto 905/2022 de 25 de octubre por el que se regula la Intervención Sectorial Vitivinícola en el marco del Plan Estratégico de la Política Agraria Común. En dicho RD se articulan 5 medidas que sin duda apuestan por la modernización y competitividad del sector.
1) Reestructuración y reconversión de viñedos
2) Inversiones materiales e inmateriales en instalaciones de transformación y en infraestructuras vitivinícolas, así como estructuras e instrumentos de comercialización.
3) Cosecha en verde para regular el mercado.
4) Destilación de subproductos de vinificación para producir alcohol para uso industrial o energético.
5) Actividades de promoción y comunicación llevadas a cabo en terceros países.
En total dentro de estos programas el Ministerio de Agricultura, el sector vitivinícola contará con 202,1 millones de euros anuales entre 2023 y 2027.
Ante este reto es importante que un sector tan atomizado como es el vitivinícola cuente con el apoyo de profesionales de diferentes ramas para obtener de forma óptima las ayudas deseadas.
¿Cómo conseguir la ayuda?
En muchas ocasiones, este tipo de ayudas requieren del ojo experto de consultores que conozcan sobre el tema, presenten y tramiten el papeleo necesario ya que muchas de ellas necesitan presentación de proyectos y tienen plazos realmente ajustados como este.
Somos Mindhead, una consultora estratégica que ha trabajado asesorando a negocios de 15 países, coordinando a más de 2700 empleados y gestionando en su trayectoria más de 325 millones de euros.
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